Después de una década de restauraciones, Egipto reabrió dos tumbas arqueológicas con el objetivo de fomentar el turismo en el país, sector que se ha visto fuertemente afectado por la inestabilidad política que ha vivido desde el estallido de las manifestaciones populares el año pasado.

El proyecto de las tumbas Seapeum y Akhethotep y Ptahhotep, que necesitó más de diez años de trabajos de restauración, costó unos 2 millones de dólares, lo que ha afectado el presupuesto para futuras restauraciones.